Mamitis bovina: definición, etiología y epidemiología de la enfermedad

DEFINICIÓN

La Federación Internacional de Lechería (FIL-IDF) definió a la mastitis como una reacción inflamatoria de la glándula mamaria. Esta inflamación produce cambios en el tejido glandular y una serie de variaciones en la composición bioquímica de la leche. Cuanto mayor sea la gravedad de la inflamación, más se parecerá la composición de la secreción láctea a la del suero sanguíneo. No obstante, la definición exacta de esta patología ha sido un tema de gran polémica, existiendo diferentes enfoques que deben tenerse en cuenta.

ubres

Foto de kencf061

Varios investigadores han referido que dicho  proceso, comúnmente comienza como resultado de la penetración de bacterias patógenas a través del canal del pezón hacia el interior de la glándula, produciendo infección de los conductos y tejido secretor,  desarrollándose debido a la presencia de leucocitos; por lo que representa la inflamación de la ubre durante el proceso en que el sistema inmune de la vaca trata de luchar contra una infección bacteriana.

Otros autores han incluido en la definición el criterio de enfermedad compleja o multifactorial, por tener diferentes causas, grados de intensidad, variaciones en duración y efecto residual, así como por la interacción entre animal, medio ambiente y microorganismo.

Dada la gran importancia de la etiología microbiana en las mamitis bovinas, la propia FIL las define como una enfermedad infecciosa causada por microorganismos. Considera la mamitis como un desequilibrio entre los mecanismos de defensa naturales del pezón y la glándula mamaria, y la concentración y patogenicidad de los microorganismos en contacto con la entrada del canal del pezón. Ciertos factores externos o ambientales pueden romper este equilibrio y predisponer o contribuir a la aparición de una mamitis bovina, como la higiene, la máquina de ordeño, el tipo de estabulación, el clima, la alimentación o el manejo.

Se puede concluir, entonces, que la mamitis es una enfermedad infecciosa multifactorial, ya que el establecimiento de la infección está influenciado por características del agente infeccioso, del ambiente y del hospedador.

Epidemiología

Una vez establecido que en la presentación de una mamitis intervienen tres factores (ambiente, microorganismo y hospedador), debemos reflexionar sobre la responsabilidad humana a la hora de que se produzcan mamitis, ya que el ganadero interviene decisivamente sobre estos tres factores:

  • 1. Ambiente: el hombre es, en gran medida, responsable del ambiente que rodea a los animales. No puede influir sobre el clima en el que está su explotación, pero sí determina la densidad animal, el diseño de las construcciones, el tipo de máquina de ordeño, la rutina de ordeño, la alimentación,…
  • 2. Microorganismo: es inevitable que en contorno de la vaca existan microorganismos, pero la acción del ganadero es fundamental para que exista la menor cantidad posible (adecuada densidad animal, limpieza, desinfección,…) y para que la penetración en la glándula mamaria sea lo más difícil posible.
  • 3. Hospedador: el ganadero no controla la predisposición individual de los animales, pero sí es su responsabilidad seleccionar animales con las características más adecuadas para minimizar el riesgo de mamitis (adecuada conformación mamaria, por ejemplo).

ETIOLOGÍA

Las mamitis bovinas son un claro ejemplo de proceso multifactorial en el que podemos identificar un agente microbiológico  (bacteriano fundamentalmente), algunos factores que dependen del animal y otro componente relacionado con el manejo y la higiene del ordeño en particular.

Los agentes infecciosos relacionados con mayor frecuencia con casos de mamitis bovinas son los siguientes:

  • Gram positivos:
    • Estreptococos: Streptococcus agalactiae, Streptococcus dysgalactiae, Streptococcus uberis y otros estreptococos.
    • Estafilococos: Staphylococcus aureus y estafilococos coagulasa negativos (S. epidermidis, S. haemolyticus, S. simulans, S. warneri, S. xylosus,…)
    • Otros Gram positivos: Arcanobacterium pyogenes, Corynebacterium spp.,…
  • Gram negativos:
    • Enterobacterias: Escherichia coli, Klebsiella spp., Proteus spp., Enterobacter spp.,…
    • Pseudomonas spp.
  • Otros microoganismos: Levaduras, Prototheca,…
Escherichia coli and Staphylococcus aureus

Escherichia coli (rojo-naranja) and Staphylococcus aureus (azul-púrpura)

La clasificación etiológica de las mamitis bovinas es interesante pero poco práctica; más interés tiene su clasificación atendiendo a la manera de transmitirse esos agentes etiológicos.

Según este criterio, las mamitis pueden dividirse en:

  • Mamitis contagiosas: son aquellas mamitis producidas por agentes infecciosos cuyo principal o único reservorio es la glándula mamaria bovina (infectada). Estos agentes se transmiten durante el ordeño. Los agentes contagiosos más relevantes son: Streptococcus agalactiae (erradicable por tener como reservorio exclusivo la glándula mamaria), Mycoplasma bovis, Staphylococcus aureus fundamentalmente. Estas mamitis pueden controlarse mediante buenas técnicas de ordeño y tratamientos de secado. El control de Staphylococcus aureus presenta dificultades por la existencia de infecciones crónicas.
  • Mamitis ambientales: son mamitis producidas por agentes infecciosos cuyo reservorio es el ambiente, no la glándula mamaria. El momento crítico de su transmisión no es el ordeño sino los periodos entre ordeños y el periodo seco (cuando la glándula no produce leche). Los principales agentes ambientales son las enterobacterias y Streptococcus uberis. Se localizan en intestino, genitales, etc. y contaminan el ambiente de la explotación, por lo que su presencia refleja el nivel de contaminación ambiental de la granja. Su importancia relativa es cada vez mayor y con frecuencia no responden bien a las medidas habituales de control (desinfección,…).
Reservorios y forma contagio mamitis

Tabla obtenida de solomamitis

EPIDEMIOLOGÍA

La infección de la glándula mamaria se produce a través del conducto del pezón, a partir de dos fuentes principales de contaminación: la ubre infectada y el medio. Por lo tanto, según su epidemiología las mamitis pueden clasificarse como contagiosas o ambientales. La frecuencia con la que aparecen cada uno de los tipos etiológicos de mamitis varía según la capacidad de la bacteria u hongo para establecer una infección en el tejido mamario. Las diferencias entre bacterias, en lo que se refiere a la capacidad de producir una mamitis, depende de por lo menos dos grupos importantes de factores: características bacterianas y mecanismos de transmisión.

Características bacterianas:

  • La capacidad del microorganismo de sobrevivir en el medio cercano a la vaca; es decir, su resistencia a influencias ambientales, incluyendo procedimientos de limpieza y desinfección.
  • Su capacidad para colonizar el conducto del pezón.
  • Su capacidad para adherirse al epitelio mamario y establecer una reacción camítica.
  • Su resistencia al tratamiento antibiótico.

Mecanismos de transmisión. Dependen de lo siguiente:

  • Grado de infección del medio, incluyendo cuarterones infectados.
  • Eficiencia del personal y aparatos de ordeño.
  • Susceptibilidad de la vaca, que guarda relación con:
    • Fase de lactación: la fase temprana (primeros 2 meses) es la más susceptible.
    • Edad de la vaca: las vacas de más edad (más de 4 lactaciones) son más susceptibles.
    • Nivel de resistencia hereditaria, posiblemente en relación con la forma del pezón y anatomía del conducto del pezón.
    • Lesiones de la piel del pezón, en especial del orificio.
    • Factores inmunitarios, incluyendo estado leucocitario de cada glándula mamaria y, entre otras cosas, infección anterior, en especial por Staphylococcus aureus. Las infecciones por otras bacterias de baja patogenicidad podrían aumentar la resistencia a los patógenos productores de mamitis, al provocar un aumento del contenido de polimorfonucleares en la leche.

Prevalencia

La mamitis es la enfermedad más común en las vacas productoras de leche, representando un 38% del total de las patologías que padecen. Por lo menos un 25% de las pérdidas económicas relacionadas con enfermedades en explotaciones de vacuno de leche son directamente atribuibles a mamitis. Si además tenemos en cuenta la frecuencia de presentación de las mamitis subclínicas, se puede concluir que las mamitis son el principal factor limitante de la producción láctea en el ganado bovino.

La importancia de las mamitis bovinas hay que entenderla en tres vertientes:

  1. Pérdidas económicas originadas.
  2. Efectos sobre la calidad bioquímica de la leche e de los derivados lácteos.
  3. Aspectos sanitarios o de salud pública.
1. Pérdidas económicas originadas

En términos de pérdidas económicas, es sin duda la enfermedad más importante a la que tienen que enfrentarse en una explotación. El cuadro clínico puede variar desde una inflamación sobreaguda con toxemia, a una fibrosis que aparece en forma tan gradual que puede no observarse hasta que ha quedado destruido la mayor parte del tejido secretor. Existe el peligro adicional de que la contaminación bacteriana de la leche de vacas afectadas puede convertirla en un producto inapropiado para el consumo humano, obstaculizar el proceso industrial o, en casos poco frecuentes, constituir un mecanismo para la diseminación de enfermedades al hombre.

Las pérdidas económicas originadas directa o indirectamente por las mamitis bovinas se pueden clasificar en 10 categorías:

  • Pérdidas en la producción de leche: la mayor parte de los estudios pone de manifiesto que por término medio un cuarterón afectado experimenta un 30% de disminución de su productividad y que una vaca afectada pierde un 15 % de su productividad. La infección experimental de los cuarterones durante el periodo seco reduce en un 35% la producción de dichos cuarterones durante el siguiente periodo de lactación.

En los cuarterones infectados en fases tardías de la lactación se registra un 48% de merma de la producción, pero la infección se  produce en el  periodo seco el descenso de la producción después del parto es de sólo el 11%. Es evidente que estas pérdidas de producción por un cuarterón infectado pueden compensarse ampliamente mediante un aumento en la producción de los otros  cuarterones, de forma que la pérdida de la vaca puede ser menor de lo expuesto. A estas pérdidas cabe añadir un 1% de sólidos  totales por cambios en la composición (disminución de la grasa, la caseína y la lactosa, mientras que aumenta el glucógeno, el  suero, las proteínas, el pH y los cloruros). Además la leche de animales con mamitis subclínicas eleva los recuentos de células  somáticas de tanque y, por lo tanto, disminuye el valor total de la leche producida.

  • Leche alterado o con residuos de antibióticos no comercializado.
  • Gastos de asistencia veterinaria.
  • Trabajo y material extraordinario para el cuidado de animales enfermos y medidas de control (baño de pezones, tratamientos  de secado, productos de limpieza, reactivos de diagnóstico de campo, etc.).
  • Gastos en tratamientos de mamitis clínicas.
  • Costes de la analítica de laboratorio para el diagnóstico, prevención y control de estos procesos.
  • Pérdida de valor de los animales.
  • Costes derivados de la reposición prematura y pérdidas en la selección. Un 7% de los animales con mamitis clínicas son sacrificados.
  • Mortalidad: aunque no es frecuente (1%), en algunos casos se puede producir la muerte del animal afectado por determinados tipos de mamitis sobreagudas.
  • Por último se sugirió que las mamitis colibacilares pueden influir en la reproducción al provocar ciclos estrales anormales, niveles séricos bajos de progesterona y abortos durante el primer trimestre de la gestación. Económicamente las mamitis  subclínicas son mucho más importantes que las clínicas por varios motivos:
  • Son más prevalentes. En todo rebaño ha de 20 a 50 veces más mamitis subclínicas que clínicas.
  • Su carácter inadvertido convierte las vacas con mamitis subclínicas en fuente de contagio desconocido que puede hacer aumentar el nivel de infección.
  • La respuesta inflamatoria de los cuarterones afectados provoca un aumento del recuento de células somáticas (RCS) en la leche, lo que penaliza su precio e incluso puede imposibilitar la comercialización de la leche de todo el rebaño (Directiva 92/46/CEE).
  • Se considera que el 70-80% de las pérdidas atribuibles a mamitis se deben a mamitis subclínicas y sólo el 20-30% a las clínicas.

Mastitis clínicas

Imagen de Cuenca Rural

Mastitis subclínicas

Imagen de Cuenca Rural

2. Efectos sobre la calidad bioquímica de la leche y de los derivados lácteos

Se ha demostrado que en las mamitis subclínicas se aumenta la concentración de elementos sanguíneos en la leche y disminuyen los niveles de componentes específicos de origen mamario. Así, leches con altas tasas de RCS presenta un menor contenido en grasa, lactosa y extracto seco magro, y mayores niveles de sodio y cloruros, en comparación con aquellas que presentan bajos RCS. En relación a las vitaminas, la mamitis tiene un efecto negativo principalmente sobre las vitaminas hidrosolubles.

La actividad enzimática también es mayor en leche mamítica que en leche normal, aumentando, entre otras, la lisozima y la NGAsa.

En conclusión, todas estas variaciones de la composición bioquímica de la leche dan lugar a importantes consecuencias negativas en la industrialización del producto.

Efectos negativos en el tratamiento industrial de leches con mamitis y/o antibióticos:

Consecuencias del uso de leches mamíticasConsecuencias del uso de leche con antibióticos
Incremento en el tiempo de coagulaciónInterferencias en la acidificación y maduración del queso
Disminución de la tensión del requesónInterferencias en la formación de ácido y aromas en la crema ácida, en la mantequilla, en el yogur y en productos acidificados
Alteración en la actividad del starterAlteraciones en el desarrollo del starter introducido en la leche
Presencia de sabores desagradablesDisminución de la actividad inhibitoria
de los starter contra microorganismos
indeseables
Menor valor nutritivo
Mayor predisposición del queso al hinchamiento y la
putrefacción
Además, se ha observado una disminución de la estabilidad al tratamiento térmico de leche con mamitis.

Por otra banda la presencia de residuos de antibióticos en leche, resultantes del tratamiento de la infección mamaria, puede interferir en los procesos tecnológicos de la industria lechera.

3. Aspectos sanitarios o de salud pública

A pesar de que la generalización del consumo de leche higienizada minimiza los riesgos, no podemos olvidarnos de que las mamitis pueden estar producidas por microorganismos potencialmente peligrosos para el hombre (brucelas, listerias, leptospiras, micobacterias,…).

 

Referencias

Dopacio, R.F., Romero, J.C.C., Rodríguez, G.F.,  Respaldiza, E.Y. (2004) Manual: programa de mellora da calidade do leite: control das mamites bovinas

M. Ángeles Pérez Cabal (2008). Clinical mastitis in Spanish dairy cows: incidence and cost.

Arthur Saran y Marcelo Chaffer (2000). Mastitis y Calidad de Leche

Boehringer Ingelheim España, S.A. Solomamitis. Etiología, tratamiento y diagnóstico de mamitis.

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José Manuel López Rodríguez

Natural de Dozón. Soy Licenciado en Veterinaria en la Universidad de Santiago de Compostela, además de haber realizado el Máster en Producción de Leche en ésta misma. Actualmente me dedico a la clínica de Grandes Animales, de la cual escribiré en esta web.

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