Diclofenaco en buitres, un peligro potencial para nuestra fauna silvestre

Hace aproximadamente un mes, nos enteramos a través de diversos medios de comunicación sobre la confirmación de la autorización para el empleo de medicamentos de uso veterinario que contienen diclofenaco en algunos estados miembros de la Unión Europea. Dicho medicamento ya había sido aprobado hace años en Italia, y más recientemente en España.

Numerosas organizaciones relacionadas con la conservación de la naturaleza a nivel nacional y europeo, se han unido para exigirle a Europa la retirada de esta sustancia ante el peligro potencial para nuestra fauna silvestre.

Gyps fulvus y Aegypius monachus

Buitres leonados (Gyps fulvus) y Negro ( Aegypius monachus) en el campo de alimentación

EL DICLOFENACO: Antecedentes

El diclofenaco es un potente fármaco antiinflamatorio y analgésico perteneciente a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Se trata de un medicamento de reciente introducción en el tratamiento veterinario del ganado doméstico, y aunque actualmente su utilización aún no es notoria, las consecuencias de su empleo generalizado y sin control pueden ser importantes.

 La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) autorizó en marzo pasado la comercialización de dos productos que contienen diclofenaco (Diclovet y Dolofenac) para su uso en el ganado, señala también la carta, firmada por investigadores de la Universidad de Lleida, la Universidad Miguel Hernández y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las especies de destino de estos fármacos son bovino, porcino y equino, según recoge el Boletín Trimestral del Departamento de Medicamentos Veterinarios de la AEMPS, agencia dependiente del Ministerio de Sanidad.

Si nos remontamos un par de décadas atrás, podemos recordar que este fármaco fue empleado en ciertos países del Subcontinente Indio (Nepal, India, Pakistán…) para el tratamiento de dolencias en el ganado vacuno. En una de las regiones más pobladas del mundo, la generación y gestión de los residuos era muy complicada, por lo que las aves carroñeras, más concretamente los buitres, se convirtieron en los principales beneficiados de la proliferación de estos restos de animales en múltiples vertederos. Debido a ello, estas especies pasaron a ser las aves rapaces más numerosas del mundo.

A principios de los años 90 se autorizó el empleo del diclofenaco en veterinaria (ya utilizado en medicina humana), y las consecuencias no se hicieron esperar.

Tras esto las poblaciones de buitres descendieron en un 99% en la región, y se descubrió que este medicamento causaba insuficiencia renal aguda en estas aves produciendo su muerte en escasas horas. Cuando se descubrieron las consecuencias anteriormente mencionadas, las autoridades tomaron medidas y se prohibió el uso del fármaco, aunque lamentablemente en apenas tres décadas las poblaciones de aves carroñeras habían descendido hasta casi extinguirse. A este problema se le sumaron otros de índole económica y sanitaria con repercusión en la salud pública, como son los casos de la problemática en la gestión de residuos, el aumento de las poblaciones de ratas y perros en la región, o el incremento de los casos de rabia en personas entre otras.

Esta situación en el continente asiático conllevó, no solo un desastroso impacto social, sino también una catástrofe medioambiental de graves dimensiones. Aunque las condiciones sanitarias, y más concretamente veterinarias, en España e Italia no son las mismas, la existencia del riesgo no puede dejar de considerarse, ya que con sólo un 1% de restos animales tratados con diclofenaco las consecuencias podrían ser terribles.

POBLACIONES Y RIESGOS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

En la Península Ibérica (principalmente en España) existen las mayores poblaciones europeas de aves carroñeras: 98% de buitre negro (Aegypius monachus), 94% de buitre leonado (Gyps fulvus) o 85% de alimoches (Neophron percnopterus) entre otras especies.

Aegypius monachus

Aegypius monachus

Los buitres han tenido siempre una escasa valoración por parte de la opinión pública en Europa, debido al gran desconocimiento informativo relacionado. No obstante, su papel biológico es esencial en el mantenimiento de ecosistemas equilibrados, debido a su trabajo “sucio” en pos de la eliminación de los restos de animales evitando, de esta manera múltiples focos de contaminación, y la consecuente aparición de problemas de salud pública.

En la actualidad existen más amenazas sobre las poblaciones de buitre entre las que destacamos: electrocución y/o colisión con líneas eléctricas, disminución de los restos de los que se alimentan (medidas sanitarias relacionadas con la gestión de los cadáveres del ganado), batidas ilegales, humanización de ciertas áreas (presas, parques eólicos…), envenenamiento con cebos no autorizados, degradación del medio natural en sus áreas de nidificación, y la ya citada presencia de residuos medicamentosos y/o de metales pesados en los cadáveres de animales de los que se nutren.

PROYECTOS DE CONSERVACIÓN Y LABOR VETERINARIA

En el año 2012 pude colaborar directamente en un proyecto LIFE en Portugal relacionado con esta temática, coordinado por la Liga para a Protecção da Natureza (LPN), Organización No Gubernamental de Ambiente (ONGA), con sede en Lisboa (Portugal). El Proyecto LIFE-naturaleza: «Promoção do Habitat do Lince-ibérico e do Abutre-preto no Sudeste de Portugal» (Promoción del hábitat del Lince-ibérico y del Buitre Negro en el Sudeste de Portugal) pretende contribuir a la conservación de estas dos especies, seriamente amenazadas en el mundo.

El buitre negro es el ave de mayor tamaño de toda la Península Ibérica, conservando en nuestro territorio algunas de las mayores poblaciones de todo el planeta. Tiene una envergadura media alar de unos 250 cm, mayor que la del buitre leonado. E incluso se han descrito algunos ejemplares que llegaban a los 3 metros.

Aegypius monachus

Buitre negro en pleno vuelo.

Desde el año 2010 la LPN mediante diversas acciones en el terreno (nidos artificiales, red de campos de alimentación, recuperación del paisaje…), pretende conseguir las condiciones favorables para que estas aves críen de nuevo en territorio luso, ya que los buitres negros para nidificar vuelven al lugar de origen, en este caso España.

En muchas de estas labores el papel veterinario es fundamental, ya que con el establecimiento a lo largo de ese territorio de una red de campos de alimentación para las aves, también denominados muladares, el control sanitario sobre los mismos y todas las acciones vinculadas a ellos deben ser supervisadas.

Por campo de alimentación se entiende de forma genérica cualquier espacio acondicionado expresamente para la alimentación de aves rapaces necrófagas. Tanto la constitución de muladares como el abandono de reses muertas en el monte es una práctica tan antigua como la ganadería, la cual se ha mantenido en equilibrio estable hasta el siglo pasado. La problemática surgió principalmente con la revolución industrial (mecanización del campo en detrimento del uso de animales de carga), y la aparición a principios de este siglo de las encefalopatías espongiformes bovinas (EEB), lo que derivó en una férrea normativa sanitaria relacionada con los restos animales y la enfermedad (entre otros motivos). Estos factores han supuesto un descenso en la disponibilidad de alimento para estas aves con sus consecuencias obvias.

Cuando un animal que no era destinado a consumo humano moría, nos encontrábamos con dos opciones: bien era abandonado en el campo, o simplemente era trasladado a estos lugares habilitados. Debemos tener en cuenta que estos restos de animales muertos son la base esencial de la alimentación de las especies necrófagas, quienes consumen prácticamente el 100% del ganado no destinado a consumo humano.

Aunque no se ha demostrado que haya riesgo de que estas aves se infecten, o incluso que puedan transmitir estas enfermedades dada la peligrosidad de este tipo de restos, las normativas son bastante estrictas en lo relacionado al control de los muladares, el transporte y depósito de los restos etc. No obstante en España en los últimos años se han suavizado ciertas imposiciones en lo relativo a esta materia.

Buitres leonados y negro

Buitres leonados y Negro (centro) en campo de alimentación

Cuando realicé mi estancia en Portugal en 2012, la legislación sobre la gestión de estos residuos y los campos de alimentación era más restrictiva que la de aquí (no permitiéndose la existencia de campos sin cercar para el depósito de estos residuos). Lo cual hacia que nuestro papel como veterinarios fuera más importante aún.

Todas las acciones y medios relacionadas con esto (depósito, transporte, materiales, personal…), tienen que tener garantizado un control veterinario y sanitario adecuado en todo momento y en cada etapa del proceso.

En lo referente al campo de alimentación, éste tiene que cumplir con unos requisitos a la hora del diseño y también en su mantenimiento. Destacamos lo siguiente:

  • Tiene que estar completamente vallado, con una única entrada y salida con llave (sólo personal autorizado).

  • Alejado de núcleos humanos, tendidos eléctricos y/o instalaciones eólicas.

  • Con un diseño del cercado que facilite el ascenso y descenso de las aves en su vuelo entre otras muchas características.

  • A la hora de su conservación es importante que no existan desperfectos en el cercado, el suelo o presencia de árboles o estructuras cercanas que permitan y/o faciliten el acceso de animales o personal ajeno al campo de alimentación (evitar problemas sanitarios y espantar las aves).

Estas condiciones han de cumplirse siempre que se vaya a realizar algún depósito de restos de animales, y si no fuera así habría que subsanar los problemas o en su caso no realizar la acción.

El control veterinario y sanitario de todas las canales, carcasas de animales y restos en general, que se depositan en el campo de alimentación ha de ser muy exhaustivo. Este control tiene por objeto certificar que los animales muertos y sus restos no presentan enfermedades infecciosas/contagiosas para las aves, ni altas concentraciones de antibióticos o fármacos que resulten perjudiciales para las diferentes especies de buitres.

Veterinarios evitan el diclofenaco en buitres

Depósito de los subproductos en campo de alimentación por parte de los veterinarios

En la procedencia de los restos de animales se evitan aquellos cuyo origen son explotaciones intensivas (más frecuente la administración de fármacos). Los productos destinados a este fin han de estar exentos de peligro para la salud humana y ganadera, y en función de su origen y características (edad, especie…) requieren de un control veterinario durante todo el proceso desde su origen, transporte y hasta el destino con la documentación de registro necesaria en cada caso (categoría de los subproductos, análisis de EET, datos del animal y explotación…). Asimismo en los restos de origen cinegético (no requieren análisis y documentación para su depósito), es muy importante descartar aquellas zonas dañadas o cercanas a los orificios de bala (residuos).

El transporte de estos restos también debe cumplir una serie de requerimientos relativos al material y utensilios vinculados empleados por el personal autorizado. Así, los vehículos tienen que estar homologados y con ciertas características (cajas o remolques estancos y herméticos, estructuras que faciliten la carga y descarga…), y el personal disponer de calzado, guantes y ropa desechable durante la manipulación, además de las correspondientes medidas de bioseguridad.

Al finalizar el proceso todo el material tiene que ser convenientemente desinfectado, incluido el vehículo de transporte cuya limpieza y desinfección se realiza en un centro de control autorizado.

Como hemos visto la labor del veterinario en relación a los campos de alimentación es fundamental, para así evitar muchos de los problemas relacionados con la transmisión de patologías o las causas que los restos animales que consumen puedan producirles.

La conservación y la buena salud de estas aves es primordial. Debido a esto los buitres no sólo cumplen con un papel elemental en el funcionamiento de los ecosistemas, sino que además impiden la diseminación de enfermedades contagiosas del ganado, disminuyendo o eliminando posibles focos de contaminación, contribuyendo así a reducir los costes medioambientales derivados de la gestión de estos residuos.

Aegypius monachus

Buitre leonado (Gyps fulvus) alimentándose

Por un lado Europa, mediante proyectos como el relatado en el (este) artículo, invierte con acierto millones de euros en facilitar la recuperación de estas especies, mientras que al tiempo genera situaciones como la autorización del diclofenaco en medicina veterinaria con sus terribles consecuencias ya contrastadas (ejemplo de la India). Esto crea un precedente muy peligroso que quizás en no mucho tiempo conlleve consecuencias a nivel mundial. Algo que puede evitarse conociendo esta problemática, y más aún cuando ya existen actualmente alternativas con productos sustitutivos para el ganado que no afectan a las aves necrófagas.

Desde diversas asociaciones nacionales e internacionales, como la citada en este texto, y muy preocupadas con esta situación se están impulsando diferentes medidas para reclamar la prohibición e inminente retirada de esta sustancia tan perjudicial para las aves carroñeras. El envenenamiento secundario y consentido de nuestra fauna silvestre es algo que no podemos ni debemos permitir.

Para saber más:

Projecto LIFE Habitat Lince-Abutre: http://habitatlinceabutre.lpn.pt/

El buitre negro en España: Una revisión de su biología y estado de conservación. Muñoz-Adalia, E.J. y Fernández, A.. Chronica naturae, 3: 66-75. 2013.

Guía de alimentación de aves necrófagas con subproductos animales no destinados a consumo humano. Fundación para la Conservación de la Biodiversidad y su Hábitat (CBD-Habitat). Septiembre 2010.

El buitre negro. Manual de gestión del hábitat y las poblaciones de buitre negro en España. Moreno-Opo, R. Dirección General para la Biodiversidad. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid. 404 pp. 2007

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Fco Javier Pato Rivero

Natural de Ourense. Doctor en Veterinaria por la Universidad de Santiago de Compostela. Mi perfil profesional se enfocó principalmente hacia la investigación en enfermedades infecciosas y parasitarias del ganado doméstico y la fauna silvestre. Actualmente como docente en cursos en materias de higiene alimentaria o bienestar animal. Y a la espera de nuevos retos profesionales y personales en alguno de los amplios campos de la Veterinaria, como podremos comprobar en esta web.

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